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13.Andi_Landoni

Fragmento de “El seto”

Tu hermana se fue a estudiar el último año del colegio fuera de Ecuador y el seto apretó un poco más sus nudos a nuestro alrededor. El empedrado que cubría las calles de nuestra esquina había desaparecido; sus rocas angulosas fueron removidas por una volqueta que las arrojó junto al lecho del Pita. El río volvía al río, a lo que quedaba de él. El río volvía al río a morir. Un pavimento oscuro y poroso ahora rodeaba la casa y su valla viva. 

Mudaste a tu cuarto a Cleo, único sobreviviente de la diminuta pecera redonda que tu hermana dejó atrás. Cuando se la regaló un pretendiente, cinco o seis pecesillos trazaban círculos apretados y claustrofóbicos en el agua. Sobre el escritorio de tu hermana, la pecera y su agua turbia eran un florero macabro que evitabas mirar, hija. Pero el día en que tu hermana se fue, abriste la ventana de su cuarto y te llevaste a Cleo al tuyo. Luego me pediste dinero para un acuario nuevo y una bomba de aire. Yo te llevé a la tienda de mascotas, donde también compraste plantas acuáticas y piedras. Necesitabas construir un ecosistema. Hiciste énfasis en esa palabra.  

¿Te acuerdas de lo que pasó después de que pusiste a Cleo en ese cubo de cristal abierto, hija? Pocos días después de que se mudó a su nueva pecera empezaste a llamarle Cleopatra. En el nuevo ambiente su cuerpo se distendió y dejó escapar un racimo de bolitas translúcidas. Acurrucadas en sí mismas, las bolitas empezaron a desenrollarse y a separarse del racimo. Muchas nadaron hacia las aguas más cercanas a la superficie, pero otras se hundieron. Cuando está estresada o se siente en peligro, la hembra de los peces guppy dilata su embarazo, lo leíste en la enciclopedia Océano, en el tomo de Biología, y me lo contaste. Lo hiciste con los mismos ojos que tenías cuando encontraste el nido el día después de la erupción. 

Cleopatra había estado constipada de vida. Con la partida de tu hermana, el seto alrededor de su vientre se aflojó. 

Hija, muchas veces sentí que la casa era una extensión de mi vientre. 

(En Elipsis. Revista Literaria)

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